Es un procedimiento que utiliza pequeñas cantidades de material radiactivo para marcar (etiquetar) glóbulos rojos (GR). Luego, se escanea el cuerpo para determinar la localización de las células y ver cómo se movilizan a través de éste.
El procedimiento exacto puede variar ligeramente dependiendo de la razón por la cual se realiza el examen.
Los glóbulos rojos (GR) se marcan con el radioisótopo en una de dos maneras:
El primer método consiste en extraer sangre de una vena. Los glóbulos rojos se separan del resto de la muestra de sangre y se mezclan luego con el material radiactivo. Los glóbulos con el material radiactivo se consideran "marcados". Poco tiempo después, estos GRS marcados son inyectados de nuevo en una vena.
El segundo método implica la inyección de un medicamento que permite que el material radiactivo se fije a los glóbulos rojos. El material radiactivo se inyecta en una vena de 15 a 20 minutos después de recibir el medicamento.
El examen puede llevarse a cabo inmediatamente o después de un tiempo. Usted se acostará sobre una mesa bajo una cámara especial que detecta la localización y la cantidad de radiación emitida por los glóbulos marcados.
Se pueden llevar a cabo varias gammagrafías y las áreas específicas que se rastrean dependen de la razón por la cual se realiza el examen.
Usted debe firmar una autorización. Utilizará una bata hospitalaria y deberá quitarse las joyas y los objetos metálicos antes del examen.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre o aplicar una inyección, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sólo sienten un pinchazo o sensación de picadura. Después, puede haber algo de sensación pulsátil.
Los rayos X y el material radiactivo son indoloros. Algunas personas pueden sentir molestia por el hecho de tener que acostarse sobre una mesa fría.
Este examen casi siempre se hace para localizar el sitio de sangrado en pacientes que tengan hemorragia del colon u otras partes del tubo digestivo.
Se puede llevar a cabo una variación en este examen, llamada ventriculografía, para verificar la actividad cardíaca.
Un examen normal muestra que el paciente no está sangrando rápidamente desde el tubo digestivo.
El médico a cargo determinará las anomalías sobre la base de los hallazgos hechos con la gammagrafía. Esta gammagrafía se utiliza con mayor frecuencia para determinar el sitio del sangrado, en especial el sangrado dentro del tubo digestivo.
Las venas y las arterias varían de tamaño de un paciente otro y de un lado del cuerpo a otro, razón por la cual obtener una muestra de sangre de algunas personas puede resultar más difícil que de otras.
Otros riesgos asociados con la extracción de sangre son leves, pero pueden ser:
En muy raras ocasiones, una persona puede sufrir una reacción alérgica al radioisótopo, lo cual puede incluir anafilaxia si la persona es extremadamente sensible a la sustancia.
Existe una muy leve exposición a radiación por el radioisótopo. La radiación es mínima y los materiales se "descomponen" (pierden su radiactividad) en muy corto tiempo. Prácticamente toda radiactividad desaparece al cabo de más o menos 12 horas. No existen casos documentados de lesión por exposición a radioisótopos. El escáner sólo detecta la radiación, no la emite.
La mayoría de las gammagrafías, incluyendo una de glóbulos rojos, no son recomendables para mujeres embarazadas o lactantes.
Es posible que se deba repetir el examen 1 ó 2 días después para detectar sangrado gastrointestinal.
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